La gran herramienta corporativa, por excelencia, es la intangible cultura organizacional, que como bien sabemos, lamentablemente, son muchas las empresas que carecen de la misma, haciéndose tangibles los malos resultados econónimos para las empresas y la mala salud laboral y pérdida de entusiasmo profesional para los trabajadores.
La indagación dinámica, es un método que consiste en entrevistas con distintos trabajadores y directivos de la empresa, para saber cual es el clima emocional de la misma. Lo difícil de este método, es pasar de la teoría a la acción. Abrir ventanas es abrirnos a los sentimientos de aquellas personas a las que nos acercamos. Este compartir emociones de enfado, ira, tristeza, me afecta; pero ese sentimiento negativo lo transformo en ilusión de mejoras posibles y lo transmito a todos los que entrevisto. Aún, muchos profesionales de recursos humanos, muestran muchas caras, dependiendo del momento, del lugar y de la persona con la que dependiendo del momento, del lugar y de la persona con la que conversan. Esa falta de claridad, es detectada rápidamente por el trabajador, quien muestra otra careta, que lamentablemente no es la suya, generándose la hipocresía laboral de “aquí no pasa nada.".
¡Que fácil es decirlo, y que difícil llevarlo a cabo! Y es que para ser transparente, en primer lugar, hay que querer serlo, y en segundo lugar, hay que estar totalmente seguro, habiendo superado todo tipo de prejuicios y complejos.
No hay nada más contraproducente, a medio y largo plazo, para una empresa, que crear y vender una determinada imagen corporativa que no corresponde con la realidad. Así, aquellas empresas, que en su publicidad y en su marketing corporativo se autoproclaman: solidarias con los sectores desfavorecidos, responsables con el medio ambiente, cumplidoras de las normas de calidad, comprometidas con sus empleados; y no es verdad, se están exponiendo a perjudicar enormemente su credibilidad, ante las administraciones de todos los ámbitos, ante las organizaciones sindicales, ante los futuros clientes y
ante los mercados (nacionales e internacionales).
Debemos aprender a trabajar en equipo potenciando las siguientes habilidades:
I. Cooperativismo. Debemos potenciar la libertad de opinión, la solidaridad, y la toma de decisiones de forma democrática.
II. Empatía. Ser capaces de ponernos en el lugar de cada compañero.
III. Deseo de superación. Debemos asumir parte de la responsabilidad y molestarnos en corregir nuestros fallos cuando surgen problemas.
IV. Respeto. Debemos respetar a cada uno de los miembros, escuchando sus sugerencias.
V. Participación. Cada miembro debe exponer sus ideas con claridad.
La indagación dinámica, es un método que consiste en entrevistas con distintos trabajadores y directivos de la empresa, para saber cual es el clima emocional de la misma. Lo difícil de este método, es pasar de la teoría a la acción. Abrir ventanas es abrirnos a los sentimientos de aquellas personas a las que nos acercamos. Este compartir emociones de enfado, ira, tristeza, me afecta; pero ese sentimiento negativo lo transformo en ilusión de mejoras posibles y lo transmito a todos los que entrevisto. Aún, muchos profesionales de recursos humanos, muestran muchas caras, dependiendo del momento, del lugar y de la persona con la que dependiendo del momento, del lugar y de la persona con la que conversan. Esa falta de claridad, es detectada rápidamente por el trabajador, quien muestra otra careta, que lamentablemente no es la suya, generándose la hipocresía laboral de “aquí no pasa nada.".
¡Que fácil es decirlo, y que difícil llevarlo a cabo! Y es que para ser transparente, en primer lugar, hay que querer serlo, y en segundo lugar, hay que estar totalmente seguro, habiendo superado todo tipo de prejuicios y complejos.
No hay nada más contraproducente, a medio y largo plazo, para una empresa, que crear y vender una determinada imagen corporativa que no corresponde con la realidad. Así, aquellas empresas, que en su publicidad y en su marketing corporativo se autoproclaman: solidarias con los sectores desfavorecidos, responsables con el medio ambiente, cumplidoras de las normas de calidad, comprometidas con sus empleados; y no es verdad, se están exponiendo a perjudicar enormemente su credibilidad, ante las administraciones de todos los ámbitos, ante las organizaciones sindicales, ante los futuros clientes y
ante los mercados (nacionales e internacionales).
Debemos aprender a trabajar en equipo potenciando las siguientes habilidades:
I. Cooperativismo. Debemos potenciar la libertad de opinión, la solidaridad, y la toma de decisiones de forma democrática.
II. Empatía. Ser capaces de ponernos en el lugar de cada compañero.
III. Deseo de superación. Debemos asumir parte de la responsabilidad y molestarnos en corregir nuestros fallos cuando surgen problemas.
IV. Respeto. Debemos respetar a cada uno de los miembros, escuchando sus sugerencias.
V. Participación. Cada miembro debe exponer sus ideas con claridad.
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